Nebulosa del Águila. Una mirada 7000 años atrás
La Nebulosa del Águila es uno de los objetos de cielo profundo más conocidos gracias a la fotografía que en 1997 tomó el telescopio espacial Hubble. En concreto la imagen se correspondía con los conocidos Pilares de la Creación. Unas gigantescas nubes de gas y polvo de un tamaño mayor al de nuestro sistema solar. Esta fue una de las primera imágenes tomada por el Hubble en banda estrecha utilizando la mezcla de canales de Hidrógeno (verde), Oxigeno III (azul), Azufre II (rojo). El resultado fue esta imponente imagen de los tres pilares. La columna de la Izquierda se extiende a lo largo de 9 años luz de distancia.
Esta región situada en el centro de la gran Nebulosa del Águila es una región rica en la formación de nuevas estrellas, como consecuencia del colapso gravitatorio del Hidrógeno molecular y las regiones de polvo. Estas estrellas recién formadas a su vez erosionan los propios pilares con la radiación que emiten. Actualmente existe una teoría que plantea la destrucción de los Pilares de la Creación como consecuencia de la explosión de una supernova. Aunque esto es algo que no sabremos hasta dentro de unos miles de años. Por ahora podremos disfrutar de ellos y hacer nuestras fotografías de aficionados en uno de los objetos del cielo mas asombrosos y fáciles de obtener.
Localización
La Nebulosa del Águila se encuentra situada a 7.000 años luz de la Tierra en la constelación de La Serpiente. Desde el hemisferio norte el mejor momento para ser fotografiada es durante el verano. En el mes de Julio alcanza su máximo sobre el horizonte y puede fotografiarse con facilidad. El núcleo de la nebulosa tienes unas dimensiones de 70×55 años luz, si bien sus dimensiones se extienden hasta los 128 años luz.
Durante este mes y a lo largo del verano, podremos encontrarla ligeramente por encima del centro galáctico, desde latitudes de unos 40º norte. Su observación a simple vista no es posible, pero con prismáticos o telescopios de bajo aumento puede distinguirse en un entorno de cielos oscuros. Sin duda, estos meses nos ofrecen una de las zonas más interesantes del cielo para la fotografía de grandes nebulosas. En dirección Sur y bajando desde la Nebulosa del Águila podremos encontrar la Nebulosa Omega, la Nebulosa Trífida y ya cerca del centro galáctico la Nebulosa de La Laguna. Estos objetos nos pueden tener entretenidos casi la totalidad del verano para fotografiarlos.
Astrofotografía de la Nebulosa del Águila
La siguiente fotografía fue tomada el 30 de septiembre de 2019, bajo unas condiciones de cielos contaminados luminicamente, Clase 5 en la escala de Bortle. Para paliar en lo posible la contaminación lumínica, se utilizó un filtro UHC Baader 2″ de alto contraste, roscado sobre un adaptador y que es bastante restrictivo con las luces de las farolas más frecuentes en la ciudad (Na y Hg). Al utilizar el filtro en una posición algo alejada del sensor de la cámara se produce un efecto de rebote de la luz que en ocasiones produce halos en las estrellas más brillantes y que requiere un cierto trabajo durante el procesado.
En el centro de la nebulosa puede observarse con claridad los Pilares de la Creación envueltos en la gran nube de Hidrógeno molecular y polvo que se extiende a lo largo decenas de años de luz. Siempre he dicho que la astrofotografía es una disciplina que necesita de una curva de aprendizaje importante, aunque no estoy de acuerdo con los aficionados que plantean la disciplina como el último y tardío paso de un recorrido previo de observación y conocimiento del firmamento. Esto último es muy importante, pero en mi opinión puede hacerse ambas cosas al mismo tiempo.
Lo importante es comenzar con un equipo que te permita hacer tus primeras fotografías de objetos de cielo profundo. La satisfacción y emoción que generan tus propias fotografías es la mayor motivación para perfeccionar y aprender. No es necesario pensar en el mejor de los equipos disponibles en el mercado, se pueden hacer astrofotografías con equipos económicos que permitan perfeccionar la técnica para luego ir avanzando. La fotografía anterior fue tomada con una cámara Canon EOS 1100D modificada (sin filtro de IR). El cuerpo de esta cámara puede encontrarse en el mercado de ocasión por 100-120 €. Si bien es cierto que a la hora de hacer una inversión, lo crítico para tener éxito en esta disciplina, es adquirir una montura ecuatorial alemana de calidad.
Además, existen diferentes variantes de astrofotografía con un perfil más económico. Hoy en día con una Star Adventurer y nuestra cámara Reflex podemos obtener fotografías de gran campo impresionantes y que nos animarán profundizar en esta maravillosa afición de una forma poco costosa.
Volviendo a la Nebulosa del Águila, las tomas se realizaron durante dos días consecutivos, obteniendo un total de 39 imágenes de 300 segundos cada una. Para la secuencia de disparo y control de la cámara se usó el Software gratuito de control APT y PHD Guiding como programa de guiado. El apilado final de todas las tomas light, dark, flat y bias se hizo también con el programa gratuito Deep Sky Stacker y el procesado final de la imagen resultante con Adobe PhotoShop.
No siendo el mejor programa de procesado para astrofotografía, si es el más extendido y usado por los usuarios con afición a la fotografía, es por esto que considero que es perfecto para iniciarse y aprender en el procesado de fotografías astronómicas.
Equipo Utilizado
Para la toma de esta imagen se utilizó el siguiente equipo:
- Montura: Sky Watcher EQ6R-Pro
- Tubo Óptico: Sky Watcher Evostar 80ED
- Cámara: Canon EOS 1100D (Sin filtro Infrarojo)
- Tubo Guiado: Lunático 60 mm
- Cámara Guia: QHY 5L II Monocroma
- Filtro: UHC-S Baader